Este 1 de noviembre los guatemaltecos degustarán del emblemático fiambre, una tradición que ha unido familias por varias generaciones.
Como todos los años, la temporada de fin de año es inaugurada con el fiambre, un platillo que fue fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Nación a través del Acuerdo Ministerial 880-2019.
Esta mezcla de sabores únicos es una parte importante de la historia de Guatemala, que ha trascendido de generación a generación y convertido en un momento único de unión familiar en dónde cada uno pone su toque personal.
El curtido es la base con diferentes ingredientes, entre ellos repollo, coliflor, zanahoritas, arvejas, habas, pacaya y la infaltable remolacha que le da ese color morado tan reconocido. Aunque en muchas recetas incluyen muchas más verduras que, luego, son encurtidas.
Al servir es añadido un sinfín de carnes, aderezos y decoraciones como queso duro, huevo, rábano entre otros.
Es costumbre comerlo cada 1 de noviembre y también representa una ofrenda a los familiares que ya no están, siendo un momento de introspección y amor fraternal.
