Considerado una especie divina por los mayas, símbolo patrio y presente en nuestra moneda, el quetzal forma parte de la larga y rica historia de Guatemala. Su hábitat principal son los bosques nubosos y de montaña, lugares que hoy en día se han convertido en sitios protegidos para garantizar su conservación.
Desde 1872, Guatemala conmemora cada 5 de septiembre el Día Nacional del Quetzal, según el acuerdo número 33 del Congreso de la República firmado el 18 de noviembre de 1871.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), “el quetzal pertenece a la familia de los Trogones (Trogonidae) que se caracterizan por ser de tamaño mediano, de pico pequeño, de cola cuadrada”.
En Guatemala existen siete especies de Trogones: seis son del género Trogon, de ellos solo uno es del género Pharomachrus, que es el conocido Quetzal Resplandeciente.
Tristemente, a la fecha el quetzal se encuentra en la categoría 3 del Listado de Especies Amenazadas del Conap. Su existencia se ve amenazada por el deterioro de sus hábitats, la caza furtiva y la actividad humana.
Aunque actualmente existen lugares como el Biotopo del Quetzal, un área protegida donde se garantizan las condiciones y regulaciones para su conservación, aún queda trabajo por hacer y contribuir con su protección es tarea de todos los guatemaltecos.
