San Andrés Itzapa, en el departamento de Chimaltenango, celebró el lunes 28 de octubre una de sus tradiciones más emblemáticas y en la cual se venera al santo pagano San Simón, una divinidad ambigua también conocida como Maximón.
Cientos de devotos de San Simón formaban largas filas en las afuera del templo esperando ingresar para rezar ante el altar de santo, a quien se le atribuyen “las causas perdidas”.
“Es una tradición que se transmite de generación a generación, no podemos faltar porque Monchito a sido bueno con nosotros”, dijo a la agencia EFE, una curandera de nombre Paty.
La imagen de San Simón contrasta en el resto presente en el altar de templo, vistiendo traje negro, corbata roja, un sombrero marrón oscuro, y su característico bigote poblado. Un velo de plástico cubre el rostro del santo, para que los peregrinos no coloquen cigarros encendidos en sus labios, en señal de ofenda y se corra el riesgo de incendio.
Mientas los devotos se acercar a saludar a San Simón, la música de mariachi ambienta el lugar, cargado de olor a incienso, tabaco y ciprés.
Viejos y jóvenes, hombres y mujeres se muestran con devotos del santo, una figura importante en la localidad y que a lo largo se los años ha convertido a su veneración en una de las tradiciones más características del Altiplano.
Con información de BBC, EFE y La Vanguardia.
