Cada Viernes Santo, en el municipio de San Andrés Sajcabajá, del departamento de Quiché, a unos 256 kilómetros al noroeste de la Ciudad de Guatemala, tiene lugar una peculiar procesión en la que, aquellos que participan, ofrecen una penitencia por sus pecados y también para dar gracias en el marco de la Semana Santa.
De rodillas, descalzos, con coronas de espinas en sus cabezas y con un rosario en sus manos, varios hombres participaron este viernes 29 de marzo en la procesión de los “gateadores”, recorriendo un total de más de dos kilómetros.
Según narraron los organizadores a la agencia EFE, “los fieles católicos, cuyas edades oscilan entre los 18 y los 40 años, deciden por voluntad propia llevar a cabo la penitencia durante siete años consecutivos”.
La tradición data de la conquista española y transcurre casi en su totalidad en silencio, con los hombres en penitencia murmurando para sus propios adentros en varios segmentos del trayecto.
La procesión de los “gateadores” parte de la iglesia principal de San Andrés Sajcabajá, baja las gradas del templo católico, tal y como dicta la tradición, y al cabo de tres horas termina la penitencia.