En Guatemala y varias partes de Hispanoamérica se celebra el 06 de enero el Día de los Reyes Magos, fecha en la cual se obsequian regalos, tal cual lo hicieron los tres magos con el Niño Jesús en el pesebre. Los Reyes Magos son también figuras importantes de la navidad, pues están presentes en los Nacimientos de hogares a lo largo de todo el mundo pero, ¿qué tanto sabemos de ellos?
En realidad muy poco. La mayor parte de su referencia es bíblica, que a su vez es bastante escueta, por lo cual ha sido difícil para los historiadores obtener información que permita armar una biografía sólida de ellos.
¿Dónde nace la historia?
La historia de los Reyes Magos aparece en libro de San Mateo en el Evangelio 2, 1-12:
“Unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ‘¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle’”.
¿En realidad eran tres Reyes Magos?
El Evangelio en el cual se hace referencia a los Reyes Magos es muy ambiguo, y no permite formarse una imagen certera de la cantidad de magos o cómo eran.
En un artículo del diario español, El País, doctora en Historia del Arte María Teresa García señala que:
“En el Románico es frecuente poner solo uno. En el siglo XII se decidió establecer el número de tres Reyes Magos. El motivo es que se identifican con los tres continentes conocidos (Europa, Asia y África), con las tres personas de la Trinidad y con las tres edades del hombre (joven, maduro y anciano, de manera que queda patente que el ser humano debe adorar a Dios a lo largo de toda su vida). Melchor es el mago de mayor edad, Gaspar representa la madurez y Baltasar la juventud”.
¿Eran magos?
A lo largo de la historia se ha cuestionado si en realidad eran magos, incluso si eran reyes. Actualmente se piensa que aquellos personajes más bien eran sabios o conocedores de las estrellas.
En el arte, han sido representados como nobles persas, como es el caso de las pinturas de las catacumbas de Santa Priscila, en Roma.
¿Dónde yacen sus restos?
No hay certeza, pero existen dos posibilidades: en la catedral de Colonia, en Alemania, o en Saveh, ciudad ubicada al sureste de Teherán, en Irán.