Solamente en diciembre de 2023, en la frontera sur de Estados Unidos, se realizaron 302.034 detenciones de migrantes intentando cruzar ilegalmente hacia la nación norteamericana. Este ha sido el escenario para la tensa conformación entre el estado de Texas y Washington (gobierno de Biden) ante la creciente ola de migrantes que buscan cruzar por la zona de Eagle Pass, en territorio tejano, quien argumentando proteger a su población ha colocado todo tipo de obstáculos para impedirlo del paso, desde un extenso acordeón de alambre de púas, hasta gigantescas bayas en el río Bravo.
El pasado 22 de enero de 2024, el Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió una orden que permitía a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Eagle Pass (Texas) retirar la valla que delimita la ciudad con México. Esta decisión ha sido objeto de controversia desde diciembre de 2023, cuando el Tribunal Federal de Apelaciones dictaminó en contra de quitar la valla.
En este punto, la tensión comenzó a aumentar, cuando las autoridades republicanas del estado de Texas se mantuvieron firmes en su decisión de no retirar los acordeones de alambre de púas ni ninguna de las medidas de protección colocadas.
En una entrevista con Fox News, Greg Abbott, gobernador de Texas, afirmó que Texas tiene un derecho constitucional a defenderse y acusó al presidente estadounidense, Joe Biden, de haber “abdicado su responsabilidad” en la protección de la frontera.
Esta declaraciones se avivaron la creciente tensión entre el gobierno estatal y las decisiones judiciales.
Abbott, quien considera a los migrantes como “delincuentes”, respalda la instalación de más barreras como medida preventiva para impedir su entrada.
Mientras Texas busca mantener y reforzar sus defensas en la frontera sur, las tensiones políticas marcan un capítulo crucial en el ya complejo escenario migratorio de Estados Unidos.