Cada 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha establecida en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el marco de la Conferencia de Estocolmo, conocida también como la primera gran conferencia sobre cuestiones medioambientales.
Según lo anunciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), este año la conmemoración se centrará en la restauración de la tierra, la desertificación y la resistencia a la sequía.
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra en 2024 cuando el 40% de las zonas terrestres están degradadas y además, el número y la duración de los periodos de sequía han aumentado en un 29% desde inicio del año 2000.
“Por esta razón, el Día Mundial del Medio Ambiente 2024 se centra en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema: ‘Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración’”, resaltó la ONU.
En esta fecha también se hace un llamado “urgente” a las empresas y a la sociedad a tomar acciones para evitar el calentamiento global, en una época en la que ya sufrimos los efectos del cambio climático, siendo el calentamiento global el de mayor incidencia. Vivimos en días donde el calor se torna insoportable, los incendios forestales arrasan contra ecosistemas, la calidad del aire empeora y el agua es cada vez más escasa.
Nos encontramos en una carrera contra el tiempo para reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030.
Tristemente, el impacto de la crisis climática ya es evidente en todos los rincones del planeta. El tiempo se agota y parece que aún no hemos entendido la magnitud del problema que se avecina.