En medio de una complicada transición y con más de 10 horas de retraso, Bernardo Arévalo de León ha tomado finalmente posesión como nuevo presidente de Guatemala, para el periodo de gobierno 2024-2028. Su posesión tuvo lugar en la madrugada del 15 de enero, cuando la mayoría de invitados extranjeros se habían retirado.
Le investidura de Bernardo Arévalo se llevó a cabo en una solemne sesión en el Teatro Nacional de la ciudad capital, con diez horas de retraso sobre lo previsto, que se esperaba celebrar “a más tardar a las 16.00” del 14 de enero.
“Me llena de profundo honor asumir esta alta responsabilidad, evidenciando que nuestra democracia tiene la fortaleza necesaria para resistir y que, mediante la unidad y la confianza, podemos transformar el panorama político en Guatemala (…) Este momento no solo representa un logro personal, sino un paso firme hacia un futuro donde la participación ciudadana y el cambio positivo prevalezcan”, dijo Arévalo en su primer discurso como mandatario.
El nuevo presidente también expresó su agradecimiento a los ciudadanos en general y especialmente a los pueblos originarios que, una vez más, en medio de las dificultades para concretar su investidura, se manifestaron a su favor.
“Mi agradecimiento personal, nuestro agradecimiento como nación, a los líderes ancestrales indígenas, por su valiente lucha por la democracia, por su papel destacado en movilizar a los cuatro pueblos en su defensa”, dijo.
En su discurso, el mandatario reiteró sus proyectos bandera de Gobierno. Entre ellos: el respeto por los Derechos Humanos, los migrantes y el cambio climático.
Asimismo, prometió trabajar para mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos: “El Estado asumirá su rol histórico de generar desarrollo en aspectos esenciales como la electricidad, el saneamiento ambiental, la educación y la generación de esto creará miles de nuevos empleos en todo el territorio nacional”, aseguró.