Desde el punto de vista histórico de la existencia del tributo, como una modalidad de la humanidad representados en tribus y civilizaciones desarrolladas envueltos en guerras y conflictos que como efecto de ello surgían vencedores y vencidos; como consecuencia de ello los primeros imponían a los segundos a pagar determinada cuantía como un costo por la derrota.

Solo en Grecia, y particularmente en Atenas, se dio el hecho único en la historia de la tributación, cuando al decir de SCHMOLDERS, los ciudadanos griegos en tiempos de paz, contribuían voluntariamente a pagar los gastos en ocasión de las fiestas y cultos o en la construcción de parques y edificios públicos. Esta clase de contribuciones constituían un honor para los ciudadanos, quienes aceptaban la imposición personal si de impuestos extraordinarios se trataba con la finalidad de obtener la victoria sobre los pueblos enemigos.

Paulatinamente se fueron consolidando ciertos avances con relación al tributo o imposición de la clase dominante a la menos poseída o esclava. De esa cuenta en la Edad Media dichas imposiciones por ser prestaciones económicas una de derecho privado y otras de Derecho Público. La revolución francesa puso determinado fin a las prerrogativas de la clase dominante o realeza, correspondiéndoles a los mercantilistas el estudio sobre la hacienda pública, de donde se derivó las tesis que en las sociedades modernas, la riqueza es fruto de la división del trabajo y que la economía política de un país es aumentar tal riqueza. Posteriormente a todas las etapas que ya hemos conocido, se llegó a reconocer el carácter jurídico del tributo, correspondiéndole a los juristas definir sus características propias dentro del contexto del derecho tributario…

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