La Organización Mundial de la Salud (OMS por sus siglas) ha catalogado el talco, un mineral natural empleado en la industria cosmética y polvos corporales, como un producto “probablemente cancerígeno” para los humanos.
La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer -una dependencia de la OMS que se encarga de identificar el potencial cancerígeno de las sustancias-, ha concluido, luego de estudiar la evidencia científica, que este mineral puede tener capacidad para causar cáncer en la población, por consiguiente lo ubica en el nivel 2A, el segundo escalafón más alto dentro de su pirámide de identificación de peligros.
“El talco exhibe características clave de carcinógenos en células humanas y de sistemas experimentales”, explica la IARC en un comunicado.
La agencia declara que, aunque hay una evidencia limitada de que pueda provocar tumores en humanos (especifícame de ovario), sí hay suficiente certeza de que genera cáncer en animales de experimentación.
Según la IARC, no solamente el uso de cosméticos o polvos corporales que contienen este mineral (como maquillajes o desodorantes) representa un peligro, sino además, existe vulnerabilidad durante la extracción o procesamiento del mineral.
Esta conclusión se obtiene tras la revisión de la evidencia científica por una treintena de expertos internacionales, quienes igualan la capacidad cancerígena con el consumo de carnes rojas o el trabajo en horarios nocturnos; esto en relación con la evidencia científica.
El vínculo entre el cáncer y el talco existe desde hace años. Por ejemplo, el gigante de productos farmacéuticos y de cuidado personal, Johnson & Johnson se vio obligado en 2020 a eliminar la venta en Estados Unidos de polvos de talco bajo la marca Baby Powder, por la supuesta presencia de componentes cancerígenos en el producto, tras una demanda civil. En 2022 se canceló la comercialización del producto a nivel mundial.