Así lo confirmó el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europa (UE), el pasado mes de agosto ha sido el mes más caluroso desde que se tiene registro, al reportarse 1.5°C más por encima del promedio asentado en la era preindustrial.
En agosto pasado también se registró la temperatura media mensual más alta jamás documentada para la superficie del mar. Con 20.98°C se superó el récord anterior, establecido en marzo de 2016.
Con temperaturas oceánicas cada vez más elevadas, los científicos auguran la muerte de miles de peces y animales marinos, así como un importante deterioro en ese ecosistema, que posteriormente repercute en los seres humanos, ya que son fuente de sustento para más de 500 millones de personas en el mundo, la mayoría de las cuales habitan en países pobres.
Las altas temperaturas de este año “alimentaron incendios forestales devastadores, dañaron la salud, alteraron la vida cotidiana y causaron un daño duradero al medio ambiente. (…) Esto está sucediendo antes de que veamos el impacto total del calentamiento provocado por el fenómeno de El Niño, que normalmente ocurre en el segundo año después de su desarrollo”, dice Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
