El pasado 24 de septiembre aterrizó en el desierto de Utah la cápsula que había realizado un viaje galáctico de 6.200 millones de kilómetros hasta el asteroide Bennu y vuelta a la Tierra y que transportaba en su interior más de 60 gramos de “polvo oscuro” de la superficie de esta roca espacial de 500 metros de largo.
Hoy, sabemos qué fue lo que la NASA descubrió en dicha materia.
En una presentación en Houston, el director de la NASA dijo que pruebas de agua y un alto contenido de carbono, fueron encontradas entre los restos traídos, lo que para la agencia “podría indicar que los componentes básicos de la vida en la Tierra se pueden encontrar en la roca”.
“El análisis inicial muestra la presencia de agua y moléculas orgánicas en la arcilla. 5% de carbono del peso. Las moléculas de carbono y agua son necesarias para la vida”, dijo Nelson.
“Es la muestra de asteroide rica en carbono más grande jamás enviada a la Tierra y ayudará a los científicos a investigar los orígenes de la vida en nuestro propio planeta para las generaciones venideras”, agregó.
Dante Lauretta, investigador principal de Osiris-Rex, de la Universidad de Arizona, Tucson, con los secretos preservados en los restos del asteroide de está desbloquean una cápsula del tiempo que ofrecerá conocimientos profundos sobre el origen del Sistema Solar.
Tras él aterriza en la Tierra, las muestras del Bennu fueron transportadas a Houston, donde a lo largo de estos días han sido sometidas a análisis que hoy nos permiten saber qué secretos se aguardan en el espacia.