La compañía farmacéutica AstraZeneca ha reconocido por primera vez en documentos judiciales y ante los tribunales británicos que uno de los efectos secundarios de su vacuna contra covid-19 puede estar relacionado con el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), aunque en casos“extremadamente raros”.
Por su parte, los demandantes argumentan que antígeno desarrollado en colaboración con la Universidad de Oxford, provocó una reacción adversa relacionada con la coagulación de la sangre en al menos 51 casos que fueron citados para el proceso. por consiguiente exigen una indemnización conjunta por daños y perjuicios valorada en más de 125 millones de dólares.
“Se admite que la vacuna AZ puede causar síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) en casos muy raros. Se desconoce el mecanismo causal. El TTS también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna). La causalidad en cualquier caso individual será materia de prueba pericial”, reconoció la farmacéutica en un comunicado.
De acuerdo con datos de la compañía de análisis Airfinity, las vacunas de AstraZeneca y Pfizer/BioNTech salvaron la mayor cantidad de vidas en el primer año de la campaña mundial de vacunación. Calculó que el biológico de la compañía británica salvó 6.3 millones de vidas.
Los efectos secundarios de las vacunas contra covid-19 han sido ampliamente estudiados por la comunidad científica. Sin embargo, la vacuna de AstraZeneca no ha sido la única puesta en el radar por efectos secundarios, los fármacos J&J/Janssen y Pfizer-BioNTech se han relacionado con cuadros de anafilaxia, miocarditis, pericarditis y síndrome de Guillain-Barré. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aseguran que en todos los casos las reacciones graves son muy poco frecuentes.