Más de 120 personas perdieron la vida y alrededor de 15.000 viviendas afectadas, estos son parte de los datos preliminares del incendio que azotó a la región de Valparaíso, ciudad portuaria en la costa de Chile.
La situación ha sido calificada como una de las tragedias más grandes que Chile ha vivido en las últimas décadas.
Viña del Mar y Quilpué, ubicadas a aproximadamente 120 kilómetros de Santiago, la capital chilena, fueron las ciudades más afectadas por los voraces incendios que dejaron reducidas a escombros y cenizas cientos de casas y pertenencias.
De acuerdo con reportes, los grandes incendios no son un fenómeno nuevo en Chile, el país ya vivió otras devastaciones en 2014, 2017 y en 2023, por ejemplo, sin embargo, este último tiene una dimensión sin precedentes por el número de víctimas y la rapidez con que los incendios se propagaron.
“En solo 10 minutos, el fuego estaba con nosotros. Había humo, el cielo se volvió negro y todo estaba oscuro. El viento era como un huracán. Era como estar en el infierno”, relata a la prensa chilena una de las víctimas afectadas.
Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha llamado a recopilar “toda la información” sobre el origen de los incendios.
La sequía afecta a Chile
El cambio climático ha afectado a Chile con la presencia de sequías continuas por lo largo de aproximadamente 14 años, esta situación repercute principalmente en la zona central del país, donde se encuentran Valparaíso y aunque según reportes el invierno pasado llovió más que la media, los efectos de la sequía se prolongan. Esto, sumado a la falta de humedad, al estrés hídrico y las altas temperaturas, crean las condiciones perfectas para perecer bajo el voraz poder del fuego.