Cuatro mil días han transcurrido desde la llegada del Rover Curiosity de la NASA a Marte, cuando puso sus ruedas en el cráter Gale el 5 de agosto de 2012. Desde la fecha el rover continúa analizaron e investigando el Planeta Rojo, en una de las misiones más ambiciosas de la agencia estadounidense.
“Para estudiar si el antiguo Marte tenía las condiciones para soportar la vida microbiana, el rover ha estado ascendiendo gradualmente a la base del Monte Sharp de 5 kilómetros de largo, cuyas capas se formaron en diferentes períodos de la historia marciana y ofrecen un registro de cómo el clima del planeta cambió con el tiempo”, dice la NASA.
El rover Curiosity ha conducido casi 32 kilómetros a través de un ambiente extremadamente frío bañado en polvo y radiación, además, ha proporcionado imágenes a color de los alrededores gracias a las cámaras de Mastcam para determinar desde lejos la composición de las rocas.
Los ingenieros de la misión continúan monitoreando de cerca el rendimiento de la fuente de energía nuclear del rover y esperan que proporcione suficiente energía para operar durante muchos años más. También han encontrado formas de superar los desafíos del desgaste del sistema de perforación del rover y las articulaciones del brazo robótico.
El Curiosity fue construido por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, que es administrado por Caltech en Pasadena. El rover incorpora 17 cámaras, más que cualquier otro rover. Usa algunas de ellas para tomar fotos de su viaje y a la vez actúan como los ojos de Curiosity, ayudándolo a detectar y alejarse del peligro.
