En la civilización maya, el jaguar representa un símbolo de poder conocido como Balam –espíritus mayas encargados de proteger a los poblados, a las milpas y a los hombres-.
El jaguar es uno de los felinos más grande de América, su hábitat se ubica en bosques y selvas tropicales, es un ser solitario y su parón de manchas se ha convertido en su característica distintiva más marcada.
Recientemente, el biólogo y y fotógrafo de vida salvaje Daniel Núñez, compartió un par de fotografías de un jaguar deambulando en su hábitat natural en la selva maya, capturadas en un momento que él describió como “el mejor día de su vida”.
Fotografía: Daniel Núñez.
Acompañado por el también fotógrafo Andrés Novales, Daniel relata en una publicación realizada en X (antes Twitter) que logró fotografiar a un ejemplar hembra de jaguar tras ocho días metidos en la selva.
“8 días sufriendo con calor, garrapatas, caminando, buscando por todos lados. Y el día que íbamos de salida, la selva maya nos regaló uno de nuestros mejores momentos de nuestra vida”, relató Daniel.
Fotografía: Daniel Núñez .
Las fotografías compartidas por Daniel muestran la belleza de esta especie, completada por la elegancia que caracteriza a estos felinos y además, el casi artístico patrón de machas que adornan su pelaje.
Tristemente, el jaguar en Guatemala está catalogado como especie en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat y la cacería ilegal. El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) clasificó al jaguar en la categoría uno del Listado de Especies Amenazadas para Guatemala (LEA)
